miércoles, 22 de octubre de 2008

Si no amanece

Y si no amaneciera nada nos separaría. Pero el sol sale y atenua las sombras hasta hacerlas irreales, tanto, que un día piensas si alguna vez llegaste a ver la oscuridad que te envolvió, tanto, que intentas soñarlo, tanto, que no sólo lo sueñas sino que lo acabas viviendo, pero todo se transforma y empieza una nueva etapa en este día frío de Octubre.
Este blog se apaga en la luz del día, para siempre o quizá hasta mañana, pero quedará lo vivido, lo imaginado y esa luz que nunca dejará de ser oscura, para nosotros.

Ha sido un final feliz.

Martín, hasta siempre y por siempre, inolvidable!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inolvidable es justamente la palabra que define nuestra historia.

Inolvidable porque formará parte de cada uno de nosotros hasta que muramos.

Inolvidable porque dificilmente haya historias siquiera en la ficción que superen la nuestra.

Que la superen en intensidad, en ese punto de locura, en lo extremo, en la complicidad.

Si tiene que acabar es porque llegando al punto de aquel día de octubre ya sólo puede ser posible ir más allá.

E ir más allá implicaría que Usted me encerrara en una habitación para siempre e ir usándome a su antojo.

Y aunque una parte de mí lo desea, los dos sabemos que eso no es posible.

Siempre seré suyo, y Usted, como no, lo sabe.